domingo, 14 de marzo de 2010

HEROINAS DE NUESTRA INDEPENDENCIA


Manuela Beltrán



Manuela Beltrán nació en la ciudad del Socorro, Colombia en el s XVIII. Vendedora ambulante, lideró el motín contra los impuestos mercantiles establecidos por el regente Gutiérrez de Piñeres, durante la insurrección de los Comuneros de El Socorro.

Heroína de Nueva Granada a quien se señala con comenzar la revolución de los comuneros. El 16 de marzo de 1781 lideró un motín contra los impuestos mercantiles establecidos por el visitador regente Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, que desembocó en la revolución de los comuneros. Fue la primera mujer en enfrentarse al régimen del gobierno español, destruyendo los edictos donde se anunciaba el alza de los impuestos, siendo por lo tanto considerada como "la heroína del pueblo."


Esta actitud de rebeldía se extendió por territorio neogranadino desde Mérida, Venezuela hasta Pasto, Colombia, creándose una conciencia en el pueblo contra el gobierno colonial de la época.
De Manuela Beltrán se dice, que era "una mujer del pueblo", pero con la diferencia de que sabía leer lo suficiente para conocer el texto del edicto sobre los nuevos y excesivos tributos notificados por el visitador. Manuela Beltrán, recoge la indignación del pueblo sobre este hecho, y al grito de "viva el Rey y muera el mal gobierno"....

“Manuela, fue una de las mujeres más valientes de la historia Colombiana y de las primeras capaces de desafiar a la corona española".


Policarpa Salavarrieta



Policarpa Salavarrieta, llamada la Pola (1795-1817), haroína colombiana. Nació en la población de Guaduas. Hija de una familia de clase media. sabía leer y escribir, lo cual era muy rarro para una mujer en esta época. Ante los sucesos del 20 de julio de 1810, decidió viajar a la capital, y comenzó a trabajar como costurera. Colaboró con la guerrilla de los Almeyda y regresó a Guaduas como maestra.
Hasta allí, en 1816, llegó Alejo Sabaraín, con quien vivió un intenso romance, para invitarla a establecer contactos con los patriotas que vivían clandestinamente en la capital. Provistos de pasaportes falsos, ella y su hermano llegaron a Santafé, que estaba asediada por el terror. Como empleada del servicio doméstico de la casa de Andrea Ricaurte Lozano, centro de la subversión, desplegó una amplia labor a la caza de información útil para la causa republicana.

Llegó a organizar destacamentos militares para apoyar a Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar. Su organización cayó por la traición de Facundo Tovar, razón por la cual hubo de ocultarse, pero acabó siendo descubierta. Fue fusilada en compañía de su amado Alejo Sabaraín, el 14 de noviembre de 1817, por orden del español Pablo Morillo.

BATALLAS POR NUESTRA INDEPENDENCIA

BATALLA DE PAYA




En Paya (Boyacá) se dieron los primeros combates para la independencia de colombia, resultando de ello la retirada de las tropas españolas hacia Sogamoso y la difusión de la noticia del avance revolucionario hacia las capitales granadinas; la agitación política y los levantamientos guerrilleros se incrementaron en el interior y desde varios puntos salieron grupos a buscar el ejército libertador y obstaculizar las defensas realistas.
La Batalla de Paya o del Fuerte de Paya, fue el primer encuentro de la Campaña Libertadora de Nueva Granada, librada el 27 de junio de 1819, en las afueras del pueblo de Paya. El coronel Antonio Arredondo, fue mandado por Simón Bolívar, a tomar el pueblo y el camino para cruzar el Paramo de Pisba y marchar a Tunja y Bogotá. La tropa de 600 soldados, tomaron el trinchero que protegía el pueblo y el camino por tres frentes, y pusieron en fuga a la pequeña tropa que tomo en camino para Labranzagrande.

PANTANO DE VARGAS



El 25 de julio, el ejército patriota contaba con 2600 hombres. Bolívar decide guiar a las tropas por el camino del Salitre de Paipa, para realizar un ataque por la retaguardia enemiga. Cuando las tropas avanzaban por el este del Pantano de Vargas, los españoles llegaron a cerrarles el paso. Las tropas patriotas se situaron frente a las españolas; éstas, sin embargo, tenían ventaja de terreno, que inclinaría la batalla a su favor.

A las 11 de la mañana inició el combate, el general Bolívar indicó a las tropas de caballería que debían quedarse en la retaguardia, reservadas para más adelante. Luego, empezó a enviar al resto del ejército en olas sucesivas, intentando ganar terreno. Luego de dos horas de combate, las tropas españolas obligaron a la izquierda patriota, que estaban bajo el mando de Santander, a retroceder, pero Bolívar organizó una contraofensiva con la que recuperó el terreno.

El comandante español envió el resto del ejército para repeler a los patriotas. Éstos retrocedieron totalmente desorientados, con lo que la victoria española se vio prácticamente asegurada. En ese momento el jefe patriota envió al combate a la legión británica, bajo el mando de James Rooke, que cargó contra los enemigos. Este movimiento detuvo el avance de las tropas españolas, que sin embargo continuaron la lucha ferozmente.

A las seis de la tarde, cuando la derrota patriota era inminente, Bolívar decidió enviar a las últimas reservas de su ejército, conformada por lanceros llaneros a cargo del Coronel Rondón. Fue entonces cuando Bolívar gritó la histórica frase Coronel, ¡Salve usted la patria!, a lo que el coronel contestó "Es que Rondón no ha peleado todavía" Cargó entonces el lancero contra las filas enemigas, seguido inicialmente por 14 llaneros más, a los que luego se unirían los demás caballeros que no habían luchado aún. Los españoles, completamente desordenados en ese momento, se vieron atrapados bajo la heróica carga de los patriotas. Barreiro entonces replegó las tropas que le quedaban hacia Paipa y Molinos de Bonza, mientras el ejército de Bolívar regresaba victorioso a Corrales de Bonza al día siguiente.

De esa forma se dio por terminada la batalla de Pantano de Vargas, que culminó con la victoria patriota, y que dejó como resultado 350 bajas en los patriotas, y 500 en los realistas. Esta victoria sería la base que definiría el combate que ocurriría 12 días después en la batalla del puente de Boyacá.


BATALLA DE BOYACÁ




La Batalla de Boyacá fue la batalla decisiva que garantizaría el éxito de la Campaña Libertadora de Nueva Granada y una de las batallas más importantes de la guerra de independencia de América del Sur.

La "Batalla de Boyacá" fue la culminación de 77 días de la campaña iniciada por Simón Bolívar para liberar el Virreinato de Nueva Granada.

Batalla de Boyacá, uno de las batallas más importantes para la independencia de América Latina (1810-1825), liderada por los criollos y patriotas sudamericanos. Tuvo lugar el 7 de agosto de 1819, en Boyacá, entre un ejército español dirigido por el general José María Barreiro y un ejército revolucionario de Venezuela y Nueva Granada, liderado por Simón Bolívar, que fue dividido en dos contingentes, comandados por Francisco de Paula Santander y José Antonio Anzoátegui. Los insurgentes ganaron la batalla, y la victoria fue la base para la independencia de Nueva Granada del dominio español.

HISTORIA DE LA INDEPENDENCIA DE COLOMBIA

Las guerras de independencia de Colombia se inspiraron en las de Estados Unidos y Haití, así como en la Revolución Francesa.
La independencia de Colombia fue un proceso largo y sangriento. La primera fase de la Guerra, de 1810 a 1816, se caracterizó por constantes luchas internas entre los defensores de la independencia.


La revuelta de los comuneros




El 16 de marzo de 1781, en la población de Socorro inició una de las revueltas más importantes contra el poder virreinal en la historia de la Nueva Granada. El motivo de esta protesta eran las nuevas reformas administrativas y económicas implementadas por la corona española.
La revuelta, iniciada por Manuela Beltrán, pronto se esparció por poblaciones vecinas, y se convirtió en un movimiento armado que llegaría hasta las puertas de la misma Santa Fe. Este movimiento se organizó en una junta, llamada la junta del "común", de la cual saldría el nombre de "comuneros" para los miembros de la revuelta.
Asustado, el Virrey envió a negociar al entonces arzobispo de Santa fe, Antonio Caballero y Góngora, quien logró un acuerdo con los comuneros, comprometiéndose a que el gobierno eliminaría la mayoría de los impuestos, a cambio de que detuvieran su avance hacia la capital.
Sin embargo, el gobierno virreinal traicionó a los comuneros y apenas estos se dispersaron, elimino los acuerdos a los que se había llegado. Los líderes de la revuelta fueron capturados, enviados a prisión, trabajos forzados o ejecutados.
Esta revuelta es de suma importancia en la historia de la Nueva Granada por:

- Un gran descontento hacia muchas de las reformas económicas impuestas por los españoles.
- La forma en que las autoridades virreinales manejaron la situación creó una gran desconfianza hacia éstas, entre los criollos y la población.

Todo esto, se terminaría convirtiendo en una de las causas de la Independencia.




El grito de la independencia




Era viernes 20 de julio y día de mercado cuando un criollo fue a pedir prestado un florero. Un acto, que se desató en un enfrentamiento entre criollos y españoles y termino en la independencia de Colombia.

Hoy en día es claro que lo que sucedió este día no fue un hecho que ocurrió de un momento a otro, fue la consecuencia de varias circunstancias que sucedieron en y desembocaron en una gran rebelión del pueblo entre ellas los altos impuestos.

En las juntas realizadas entre 1808 y 1810, a pesar de que los criollos fueron invitados, la representación era mínima: entre 36 españoles, había 9 criollos. Esto hizo que los criollos por primera vez pensaran en la posibilidad de acatar al gobierno español.
En consecuencia se creó la junta de notables integrada por civiles e intelectuales criollos. Los principales representantes criollos que conformaban la junta eran: José Miguel Pey, Camilo Torres, Acevedo Gómez, Joaquín Camacho, Jorge Tadeo Lozano, Antonio Morales, entre otros.

Ellos comenzaron a realizar reuniones sucesivas en las casas, en estas reuniones empezaron a pensar en la táctica política que consistía en provocar una pequeña perturbación del orden público y así aprovechar para tomar el poder español.

Lo importante era conseguir que el Virrey, presionado por la perturbación del orden, constituyera ese mismo día la Junta Suprema de Gobierno, presidida por el señor Amar e integrada por los Regidores del Cabildo de Santafé.

Don Antonio Morales manifestó que el incidente podía provocarse con el comerciante peninsular don José González Llorente y se ofreció a intervenir en el altercado. Los criollos aceptaron la propuesta y decidieron realizar su plan el viernes, 20 de julio, ya que en que la Plaza Mayor estaría gente de todas las clases sociales, ya que era día de marcado. Para evitar la sospecha de provocación acordaron que Don Luis Rubio fuera ese día a la tienda de Llorente a pedirle prestado un florero que les sirviera para decorar la mesa del anunciado banquete a Villavicencio. En el caso de que el se negara, los hermanos Morales comenzarían a agredir al español.


A fin de garantizar el éxito del plan, si Llorente entregaba el florero o se negaba de manera cortés, se acordó que don Francisco José de Caldas pasara a la misma hora por frente del almacén de Llorente y le saludara, lo cuál daría oportunidad a Morales para reprenderlo por dirigir la palabra a un "chapetón" (enemigo de los americanos) y dar así comienzo al incidente.


Llegó el día indicado:

Eran las 11 de la mañana y en la plaza mayor había una gran concurrencia, compuesta por gente de todas las clases sociales.

Poco antes de las doce del día, como estaba previsto, se presentó don Luís de Rubio en el almacén de Llorente y después de hablarle del anunciado banquete a Villavicencio, le pidió prestado el florero para adornar la mesa. Llorente se negó a prestar el florero, pero su respuesta no fue grosera ni descortés, se limitó a decir que había prestado la pieza varias veces y que estaba en mal estado.

Entonces intervino Caldas, quien pasó por frente del almacén y saludó a Llorente, lo que permitió a don Antonio Morales, formular duras críticas hacia Llorente. Morales y sus compañeros comenzaron entonces a gritar que el comerciante español había dicho a Rubio malas palabras contra Villavicencio y los criollos, lo cual fue negado por Llorente.
Mientras tanto los principales criollos, se dispersaron por la plaza gritando: ¡Viva el Rey! ¡Abajo el mal gobierno!. La ira se tomó el pueblo.

Indios, blancos, plebeyos, ricos y pobres empezaron a romper a pedradas las vidrieras y a forzar las puertas. El Virrey, las autoridades militares y los españoles, contemplaron ese violento despertar de un pueblo al que se habían acostumbrado a menospreciar.

Gracias a ello los idean de independencia comenzaron a hacer más grandes y reales.

Comienza la independencia




La falta de progreso económico y la discriminación social y política contra los ciudadanos de la Nueva Granada provocó una intensa hostilidad contra el gobierno español. Inspirados en la Revolución Francesa y en el éxito obtenido por las colonias norteamericanas que consiguieron su independencia de Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, la población de Nueva Granada se unió al movimiento revolucionario para obtener la independencia que acabó con el Imperio español en América a principios del siglo XIX.

El movimiento que mayor importancia tuvo antes de la Independencia fue la “Revolución de los Comuneros, en el año 1781, la causa de la fue debido al descontento de la población por la imposición de fuertes impuestos.

Cuatro líderes del pueblo, elegidos entre los comerciantes de la ciudad, se colocaron a la cabeza de los comuneros del Socorro y con sus fuertes enfrentamientos consiguieron que el virrey aceptara sus condiciones entre ellas la reducción de impuestos. Tras ser aprobadas y promulgadas las propuestas del pueblo, y conseguida la disolución de los ejércitos comuneros, aquéllas fueron anuladas y los capitanes perseguidos, siendo condenado a muerte, en 1782, el más importante de ellos: José Antonio Galán.

La lucha entre fuerzas realistas e independentistas, dirigidas por personajes de la talla de Antonio Nariño y de Francisco de Paula Santander, provocó la derrota de los españoles a lo largo del año 1810. En las luchas que siguieron al movimiento independentista, la figura militar y revolucionaria más sobresaliente fue Simón Bolívar. El 7 de agosto de 1819 su victoria decisiva sobre las fuerzas del gobierno Español en la batalla de Boyacá dio como resultado la liberación de la audiencia de Nueva Granada. En diciembre de 1819 se llevó a cabo el Congreso de Angostura en el que se proclamó la creación de la República de la Gran Colombia, formada por lo que anteriormente era la audiencia de Nueva Granada (las actuales repúblicas de Panamá, Venezuela y Ecuador después de lograr su independencia).
Después de la liberación de Venezuela, el Congreso de Cúcuta aprobó el 30 de agosto de 1821 una Constitución para la Gran Colombia en la que se establecía una forma republicana de gobierno y se elegía a Bolívar como su primer presidente.

Sin embargo, la nueva República tuvo una vida corta; en 1831 Nueva Granada se convirtió en un Estado independiente y soberano conocida hoy en día se conoce como Colombia.